DETALLES - 2

 

PREGUNTA. Pero hay yoes muy fuertes, por ejemplo el de la ira, que lo pueden sacudir a uno.  

 

V.M. RABOLÚ. Es que mire, la ira, vamos a un ejemplo; yo digo una palabra hiriente que lo lastimé a usted; tiene un principio, fue por una frase mía, o una acción mía, que usted se disgustó. Si usted está alerta de si mismo, cuando usted siente ese disgusto, apele de una vez a la Madre Divina ahí, entonces no hay ningún problema.  

 

PREGUNTA.  ¿El problema es no hacerlo? 

 

V.M. RABOLÚ.  No hacerlo, y claro, si en esos momentos que yo dije la frase, o voy e hice algo que no le gustó a usted, que ve uno la ira, ahí mismo apelar a la Madre Divina, instantáneamente, ya; se evita el problema uno con los demás y todo y va muriendo.  

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PREGUNTA. Para eso necesita estar siempre alerta.  

 

V.M. RABOLÚ.  Es que para poder  trabajar uno con estos detalles, tiene que estar alerta de uno mismo, a uno no le queda tiempo de estar mirando qué  está haciendo el otro, si estamos aquí en esta reunión, como puede haber miles en una reunión de éstas, uno no debe identificarse con la gente, sino siempre estar poniéndose cuidado a sí mismo a ver qué agregado está manifestándose en esos momentos, no descuidarse de uno; de lo contrario pierde el tiempo.  (...)

 

 

Fuente: El Águila Rebelde -V.M. Rabolú