Todos queremos despertar internamente, pero normalmente estamos soñando despiertos, nuestra conciencia está dormida. Necesitamos el esfuerzo supremo de estar atentos durante el día para poder despertar
internamente, para que la experiencia de la Verdad se convierta en un hecho dentro de nosotros mismos.
Lo que normalmente se reproduce en los sueños son los llamados sueños inconscientes, que no son más que la repetición mecánica de estados y emociones que atravesamos durante el día. También están los sueños proyectados por el subconsciente, basados en experiencias pasadas, en esta o en otras existencias. Por último, están los sueños del infraconsciente, que pueden traducirse como malos sueños o pesadillas. Los sueños de Brahma, en cambio, provienen de las partes superiores de nuestro Ser y buscan enseñarnos a través de los arquetipos.
Por lo tanto, para que dejemos de soñar durante los sueños y también para soñar mientras estamos despiertos necesitamos la autoconciencia o conciencia de vigilia. Entonces, con el trabajo de la Revolución de la Conciencia podremos llegar un día a la Conciencia objetiva despierta.
Los cuatro estados de conciencia son Eikasia, Pistis, Dianóia y Nous. Los dos primeros estados están relacionados con los aspectos sensoriales (5 sentidos), con lo que vemos y tocamos. Los dos últimos se refieren a la realidad superior, que debe ser verificada a través del aparato psíquico de la máquina humana. Todo objeto es un trío de energía, materia y conciencia. La cuestión es a qué velocidad se encuentra este objeto, si es visible para los sentidos o si sólo puede percibirlos con el sentido espacial.
En "Eikasia" se expresa la Infraconciencia, estamos absolutamente identificados con nuestros errores y a través de ella se desarrolla toda la barbarie humana: crímenes atroces, guerras, degeneración sexual, drogas, miseria. Eikasia es el estado de ignorancia absoluta y la ignorancia nos aleja de los verdaderos valores. Eikasia nos lleva a un estado de hipnotismo colectivo.
"El diablo es el diablo y nunca se perfecciona". (V.M. Samael Aun Weor)
En "Pistis" está el subjetivismo. Es el conocimiento aceptado pasivamente, sin buscar la verificación de lo que es real. La mente sensorial sólo cree en lo que experimenta. También tenemos la mente intermedia, donde están las creencias en dogmas inquebrantables. En Pistis desarrollamos prejuicios, fanatismos. Aquí nos encontramos atrincherados en nuestros hábitos y costumbres, que acaban creando un ambiente de comodidad y estancamiento.
En "Dianóia" ya tenemos la revisión intelectual de las creencias. La mente interior elabora sus contenidos con los datos que le proporciona la Conciencia superlativa del Ser. La dialéctica se utiliza como un proceso de educación de la inteligencia, una pedagogía del espíritu que nos prepara para contemplar el Ser o la Verdad. La dianoia es la autoconciencia. Necesitamos dejar los estados de Eikasia y Pistis para vivir en un estado de Dianoia. Cada verdad adquirida por la Fe se vuelve gradualmente viva y se convierte en convicción dentro de nosotros mismos.
"En la simplicidad del corazón nos preparamos para recibir el rayo de la razón y este rayo prepara el corazón para la percepción de la Luz". (Eckartshausen)
Mientras que "Nous" es la superconciencia. Mundo de la Intuición o Conciencia Objetiva. Nous es el llamado estado de Turiya (iluminación, intuición). Nous es el mundo de los arquetipos divinos. Podemos recibir experiencias oníricas desde este estado, a través de los sueños arquetípicos. A través del "Nous" nuestra mónada puede volver al Absoluto, viviendo en un estado de felicidad y perfección absolutas.
La Imaginación, la Inspiración y la Intuición constituyen las tres etapas obligatorias del Conocimiento que debemos atravesar, donde nos conducirán al camino de la Iniciación.
Imaginación: El conocimiento imaginativo confiere el poder de viajar consciente y positivamente en cuerpo astral. Para alcanzar el Conocimiento Imaginativo, hay que aprender a manejar la concentración (concentrarse en una sola cosa) y saber meditar profundamente. Un día, mientras meditamos, aparece en nuestra mente una imagen, un paisaje, un rostro, un objeto, etc. Esto ya es una señal de que estamos despertando al conocimiento imaginativo. La conciencia se despierta poco a poco. Al llegar al conocimiento imaginativo el alumno ve los símbolos, pero no los entiende. Práctica: Como ejercicio de la imaginación y como forma de detener la actividad del pensamiento podemos utilizar el poderoso mantram WU. El mantram WU siempre ha sido utilizado por los orientales. Consiste en estirar mentalmente la vocal U: Uuuuuuu... Uuuuuu..., imitando así el sonido que hace el viento cuando pasa por las laderas de las montañas. De este modo, debemos imaginar que estamos en una montaña muy alta, donde sopla un fuerte viento, al mismo tiempo que cantamos este mantra. También imaginamos que debido al mantram y al viento nuestros pensamientos se mantienen a distancia, porque no pueden instalarse en nuestra mente. Podemos imaginar que se quedan lejos, en los alrededores de las otras montañas. Esta práctica se puede utilizar tanto para frenar nuestra mente, para luego poder seguirla con otra práctica o también se puede seguir con la misma práctica, ya como meditación.
Inspiración: El conocimiento inspirado nos confiere el poder de interpretar los símbolos de la gran naturaleza. Durmiendo sin pensar, con la mente quieta y silenciosa, despertamos fuera del cuerpo físico y nos elevamos al conocimiento inspirado. Debemos aprender a ver e interpretar en ausencia del YO, del mí mismo, evitando así la clarividencia negativa. Para la interpretación están la Ley de las Analogías Filosóficas, la Ley de las Correspondencias y el estudio de la Cábala Mística. Es en el estado de Dianoia que podemos recibir elementos del Ser que nos ayudan en el proceso de interpretación de los símbolos que se nos muestran en el astral.
Intuición: El mundo de la Intuición es el mundo del Ser, el mundo del Íntimo. El mundo de la Supraconciencia. Todo iniciado, cuando se mueve en cuerpo astral, puede crear el éxtasis a través del amor y elevarse al mundo de los ángeles, arcángeles, serafines y así alcanzar el conocimiento intuitivo. Si el estudiante practica con tenacidad y suprema paciencia, su propio Ser interior le enseñará e instruirá en la Obra. Pasará, entonces, a estudiar a los pies de los Maestro.
¡Paz Inverencial!