La máquina humana tiene siete centros psicofisiológicos. Dos centros superiores y cinco inferiores.
Los centros superiores son el Intelectual Superior y el Emocional Superior. Estos centros no tienen localización física, pero son verdaderos instrumentos divinos para la
comunicación del hombre con el Ser.
Los centros inferiores son: Centro Intelectual, Centro Emocional, Centro Motor, Centro Instintivo y Centro Sexual. Cada uno de estos cinco centros tiene su propio capital energético y funciones específicas absolutamente definidas.
Se llama máquina humana porque los defectos psicológicos utilizan estos centros para manifestarse, manteniendo embotellada nuestra conciencia. Cada centro tiene su propia energía específica o hidrógeno. El uso excesivo de un centro conduce a su abuso, provocando un desequilibrio. Este centro, cuando se desequilibra, acaba robando energía a otro centro y así sucesivamente, con lo que los cuatro primeros centros acaban robando energía al último, que es el centro sexual.
De este modo, el estudiante no puede alcanzar la verdadera castidad, que es el requisito fundamental para trabajar con la transmutación alquímica y fabricar el hidrógeno Si-12. Este hidrógeno (Si-12) se forma con el despertar del Fuego Sagrado, permitiendo entrar en el Camino Iniciático para la creación de cuerpos solares.
Hay innumerables manifestaciones (detalles) de egos a lo largo del día y sólo podemos aprender a eliminarlos si aprendemos a observar los defectos que actúan en los diferentes centros de la máquina humana, que pueden clasificarse como tres cerebros. Todo el trabajo de auto observación debe dirigirse hacia estos centros cerebrales: intelectual, emocional y motor-instintivo-sexual.
Centro Intelectual
Situado en el córtex cerebral, este centro está asociado principalmente a los procesos de pensamiento y razonamiento. La batalla de antítesis: sí y no, afirmación y negación, bien o mal... convierte la mente en una prisión, al servicio del ego, que aprisiona nuestra conciencia por partes. En este contexto, surgen muchas voces y parloteos interiores.
La concentración y la disciplina en nuestro trabajo, junto con la petición para eliminar un pensamiento negativo, evitan que perdamos energía intelectual. Esto debe aplicarse al trabajo, al estudio, a la lectura y al acceso al móvil y a las redes sociales. Por otro lado, el abuso del intelecto afectará directamente a nuestras energías sexuales. En muchos casos, no es exagerado decir que cuanto más intelectual sea una persona, más fornicadora y lujuriosa será.
Centro Emocional
Situado en el plexo solar, implica toda una compleja red de neuronas y nervios específicos. El centro emocional está relacionado con nuestros sentimientos o emociones, ya sean positivos o negativos.
Sus reacciones negativas son: palpitaciones (corazón), escalofríos, sensación de vacío, frío o calor en el vientre, descontrol intestinal, micción, dolor en el estómago (plexo solar), etc. La música profana, con ritmos violentos, letras groseras y dobles sentidos, así como el arte en general en el mundo actual o los parques de atracciones, causan un gran daño al cerebro emocional.
Por otra parte, la pasión animal, los celos, la vanidad excesiva, la moda desvergonzada... alimentan muchos de nuestros “yoes”. Las emociones negativas suelen nacer en nosotros como consecuencia de nuestros comportamientos erróneos.
Sin embargo, las emociones también pueden ser agradables, como el optimismo, la sonrisa, la alegría, el bienestar, la diversión sana, el contacto con la naturaleza y todo lo que el placer de vivir nos puede proporcionar. De esta forma, alimentamos nuestra Esencia y eliminamos el alimento del ego.
Centro Motor
Tu centro de gravedad está situado en la parte superior de la columna vertebral. Existe una lucha entre el movimiento y el reposo y esto, a su vez, está casi siempre relacionado con los nervios simpáticos y parasimpáticos. En este centro tenemos muchos de nuestros hábitos y costumbres, tanto buenos como malos. Así que nuestra auto observación, en este caso, debe centrarse en el estudio de nuestros hábitos mecánicos (repetitivos), ya sea en la forma de caminar, vestir, comer, hablar, etc. La actividad física, la buena alimentación y los hábitos saludables también forman parte del proceso de equilibrar nuestro cuerpo físico y nuestro centro motor.
El centro motor está relacionado con nuestros hábitos, nuestra forma de andar, vestirnos o comer, y con todo tipo de actividades físicas.
Centro Instintivo
Tiene su centro de gravedad en la parte inferior de la columna vertebral. En el centro instintivo tenemos todas las funciones biológicas, químicas y fisiológicas, así como los procesos naturales de defensa para nuestra sobrevivência. Este centro también actúa para el funcionamiento mecánico de los órganos de nuestro cuerpo, sin necesidad de pensar o imaginar algo para que todo suceda.
Nuestras sensaciones están relacionadas con los cinco sentidos: vista, olfato, gusto, oído y tacto. La percepción de la tercera dimensión y de la materia sólo es posible gracias a las facultades que tenemos para percibirla. Se dice con razón que sin estos sentidos el mundo que nos rodea no existiría.
Otro aspecto de este centro está relacionado con nuestra naturaleza e instinto de lucha, sobrevivencia y perpetuación de la especie. En este caso, el miedo se convierte en un agente que nos protege de muchos peligros. Por otro lado, en su otro extremo tenemos la «cobardía», que puede provocar reacciones adversas como: temblor de rodillas, crujir de dientes, puños cerrados, etc. El dolor instintivo es también una reacción de protección que señala que algo va mal en el cuerpo.
En cuanto al dominio de los «yoes» en este centro, tenemos la violencia, la gula, los vicios, los crímenes, los placeres animales y la bestialidad en general...
Centro Sexual
Se encuentra situado en nuestras glándulas, órganos y miembros sexuales. Este centro, con su fina energía, es el más rápido de todos. En el sentido magnético de atracción y repulsión y afinidad vibratoria, en una fracción de segundo somos capaces de procesarlo todo sobre la otra persona. El sexo es la palanca que mueve el mundo. Sirve a los propósitos de la naturaleza y a la continuidad de la especie. De forma inferior y negativa conduce a la fornicación y de forma superior y objetiva a la iniciación y creación de los cuerpos existenciales del Ser.
Existe la castidad y la lujuria. Cuando nos excitamos durante el sexo y controlamos la acción mediante la concentración, el ego de la lujuria no roba energía del centro sexual y no puede alimentarse si no hay orgasmos o espasmos. Este es el único momento en que debemos trabajar con el centro sexual, para que su energía pueda ser utilizada para la Transmutación. Además de esta función, la energía sexual se utiliza instintivamente para mantener nuestro cuerpo, nuestra salud y vitalidad.
Cuando se trata de los humanos degenerados de esta época, tenemos una energía sexual que es gastada y utilizada gran parte del tiempo en nuestra vida cotidiana, debido a nuestras fantasías y pensamientos subjetivos.
Entre los sentidos, podemos decir que los ojos o la «mirada» es el primero que nos lleva al pecado cuando se trata de la atracción hacia el sexo opuesto. Cada mirada maliciosa, ya sea físicamente o a través de internet, es una representación mental que creamos. En este caso, aprisionamos parte de nuestra conciencia y consumimos parte de la energía de nuestro centro sexual. Al final del día o por la noche, los matrimonios que practican los Arcanos no tendrán el hidrógeno necesario para la Transmutación.
Otras consecuencias que pueden producirse son las poluciones nocturnas o, en última instancia, la masturbación. Debemos aprender a mirar al sexo opuesto de la forma correcta. El varón, llamado hombre, debe mirar a la mujer cuando por detrás, de cintura para arriba, y de frente, de hombros para arriba, y ni tampoco mirar desde lejos. En este caso, debe mirar al cielo o a un lado o entrecerrar los ojos, siempre con discreción para que no nos vean como fanáticos. Esta ley forma parte de la disciplina de todo gnóstico casto, casado o soltero. Lógicamente, lo mismo se aplica a las mujeres, aunque con disciplinas diferentes.
TRABAJO PSICOLÓGICO
Si queremos eliminar nuestros defectos psicológicos, tenemos que empezar a observar detalladamente cómo funcionan nuestros centros, indicando no su función natural, sino la acción y manipulación de los «egos» sobre ellos.
Nuestro trabajo debe comenzar con la disciplina en la forma de actuar, respetando los límites de cada centro para que no se abuse de ninguno de ellos.
Tenemos que tener disciplina en la lectura, en el estudio, en el tiempo de internet, en la alimentación, en el sueño, en la salud corporal y en el cuidado emocional...
Para no malgastar las energías de cada centro, hay que poner límites al uso de cada uno de ellos y realizar tareas planificadas de antemano, para poder concentrarnos en todo lo que hacemos.
De este modo, ganamos espacio y libertad para que nuestra conciencia se manifieste a través de la auto observación.
Cuando no sobrecargamos nuestra rutina diaria con demasiadas tareas y adoptamos una disciplina de concentración, tenemos éxito en el proceso de auto observación.
Para centrar nuestra atención en el interior y en los tres cerebros, necesitamos no identificarnos con lo que nos rodea.
Así, cuando nos cuestionan o nos molestan, nuestra primera reacción está en el centro emocional y luego pasa al intelectual, con pensamientos que quieren reaccionar y argumentar. Si estamos atentos, pedimos la muerte de ese sentimiento y luego del pensamiento. En este caso, no importa realmente lo que sea, si es ira, odio, orgullo... o hacia dónde va o dónde fue. Lo que importa es que actuemos imperativamente en ese momento y pidamos: “¡Mi Madre Divina, aparta de mí este defecto, desintégralo!” (imaginando que la Madre Divina, con su lanza, desintegra el defecto psicológico en ese momento, reduciéndolo a polvo cósmico).
Cada defecto o ego puede manifestarse de diferentes maneras y en diferentes centros. Como todos ellos están conectados por el cerebro central, que además del intelecto es también el ordenador de nuestra máquina humana, que controla todos los procesos, filma y fotografía todo y lo almacena en sus archivos de memoria, mentales, emocionales y motores.
Por lo tanto, en el trabajo psicológico, nuestra primera atención debe centrarse siempre en los centros inferiores, que son los más rápidos. En este caso, el trabajo también es más rápido. En los humanos, sobre todo ante la lujuria, la primera manifestación es muy rápida y se produce en los órganos sexuales (¡Dale muerte!), luego el corazón se acelera (¡Dale muerte!), sólo entonces aparecen los pensamientos y las fantasías, entonces continuamos el proceso de muerte y ahí pedimos, pedimos... hasta que detenemos la acción de este ego.
Si no hacemos nada en situaciones así, nos identificamos, entramos en un estado de fascinación y finalmente en un sueño profundo. A partir de este momento, todos los centros estarán robando energía del centro sexual y el centro sexual de los demás centros, por lo que el equilibrio nunca se producirá y nunca nos quedará energía para la transmutación y la castidad o incluso para el despertar de la conciencia y el desdoblamiento.
Con respecto a este trabajo, también tenemos que considerar las situaciones pasivas. Momentos en los que no estamos en confrontación con nadie. Como nos dice el maestro: “...Es apenas normal, es muy natural, estar muy mal acompañado em plena soledad”.
En la era de internet, muchos de nuestros delitos se cometen a altas horas de la noche en nuestras habitaciones o simplemente en nuestros pensamientos y fantasías... Debemos prestar atención a esos momentos que dejamos pasar, porque pueden ser detalles que no nos damos cuenta de que son importantes, y son los que alimentan nuestras mayores faltas.
Cuando adoptamos esta disciplina de trabajo psicológico en nuestra vida, poco a poco equilibramos los cinco centros y damos a los centros Intelectual Superior y Emocional Superior la oportunidad de manifestarse.
Todos los días recibimos mensajes del mundo de los arquetipos a través de nuestro Ser. Ya sean astrales o físicos. Sin embargo, necesitamos activar nuestros centros superiores para captar e interpretar estas enseñanzas que recibimos, este “Pan de lo Alto” de “Todos los días”.
¡Paz Inverencial!
Colaboración: Estudiantes Gnósticos de Gnosis para los Pocos / S.O.S.