Interpretar los sueños y experiencias vividas durante la noche cuando el cuerpo duerme en la cama y viajamos por el astral, en la mayoría de las veces no es una tarea fácil para nosotros los gnósticos. Principalmente porque gran parte de los estudiantes esotéricos tiene la tendencia de buscar todo siempre muy “masticado” y eso no podría ser diferente en estos casos.
Las razones para ese comportamiento nuestro son varios. Como ejemplo, citamos: El inmediatismo (querer saber todo de inmediato), pereza (de pensar, de reflejar, de meditar...), la falta de fé (buscar la respuesta de forma espiritual).
Por el bien de la comunidad gnóstica en general, es bueno que sepamos que el peor de los comportamientos que podíamos tener en estos casos es buscar simbologías en “diccionarios, gnósticos o profanos, sobre los sueños”. Aclaramos también que los maestros nunca escribieron nada en este sentido.
Obviamente que cuando el “Ser” nos manda un mensaje, un arquetipo, se sentirá traicionado delante de un comportamiento de estos. Si fuera para ser simple y fácil así, ya nos mandarían el mensaje claro y develado. No necesita mucha conciencia para entender que esto es tan obvio cuánto nacer y poner del sol de todos los días.
Lo que nuestro Íntimo espera que hagamos es que busquemos primero meditar, reflejar, investigar y si hay necesidad, orar todas las noches para que nos manden la explicación. Ciertamente la respuesta vendrá y tal vez otros arquetipos, en el físico, en la naturaleza, en el cielo, en la imaginación... que nos ayudará a interpretar.
Sin embargo, comprendemos también que ciertamente no tenemos conciencia para interpretar todo y buscar ayuda externa en estas horas, que de forma sabia no es ningún delito.
Obviamente que todo gnóstico conoce o debía conocer lo básico de determinados arquetipos o arcanos. De cualquier forma tenemos también nuestros enseñamientos y didácticas para ayudarnos aclarar las cosas.
Sabemos, por ejemplo, que los “3” colores primarios (azul, amarillo y rojo) simbolizan el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo (1-2-3), así como el triángulo y otras trinidades ...
Entre los objetos sagrados tenemos “4” principales: La taza (agua), la espada (fuego), el báculo (tierra) y el oro (aire).
Ya sobre el arcano “5” sabemos que es Anubis que puede venir para cobrarnos un karma. El arcano “6”, muestra que tenemos que decidirnos sobre algo. El arcano “7” trae luchas, guerras y sacrificios, si quisiéramos triunfar. El arcano “8” de la justicia y de la balanza que nos muestra el equilibrio o desequilibrio de nuestro capital cósmico. El arcano “9” que indica soledad y trabajo con las energías sexuales. El arcano “10” de la rueda que gira y nos muestra ciclos de nuestra vida que se abren y se cierran. El arcano “11” que puede representar un darma o una puerta abierta para nosotros. El arcano “12” que simboliza el tiempo, la luz y el sacrificio por la humanidad. El arcano “13” de la muerte del ego. El arcano “14” de la castidad y del nacer. El arcano “15” de la pasión y tentación. El arcano “16” de nuestra caída sexual y pérdida material. El arcano “17” como estrella de la esperanza y guía para nosotros. El arcano “18” de los enemigos que nos atacan. El arcano “19” que simboliza el nirvana, el cielo y la ayuda divina. El arcano “20” que nos invita a “vencer” el mal y derrumbar nuestros verdugos, que serán juzgados por el tribunal divino. El arcano “21” que representa la mente y su desequilibrio la locura y la insensatez. Por fin tenemos el arcano “22” que simboliza la “corona de la vida” y el regreso al punto cero de una nueva octava o espiral elevada.
Esto es el básico de los simbolismos que la Gnosis posee. Muchos otros podemos encontrar en las obras de los maestros y en la Biblia. Obviamente, que en estos casos, no estamos comportándonos cómo aquel que simplemente teclea en el “Google” el significado de elementos de sus sueños. El gnóstico puede sí buscar este conocimiento en algo que ya fue dicho y escrito, sin embargo, de la forma y en el ambiente correcto.
De cualquier manera necesitamos entender que todo arquetipo tiene que ser entendido dentro de un contexto, sea un número, un color, un objeto, un animal etc. Además de esto, es preciso conocer el actual momento que estamos viviendo, preocupaciones etc. y también hechos del pasado.
Sin embargo, para finalizar diríamos que de todas las maneras es mejor no lograr interpretar un mensaje de los sueños, que nos basemos en falsos libros o diccionarios de la internet. Tenemos que cuidar también no tomar actitudes basadas en interpretaciones dudosas que posiblemente venimos a hacer. Por eso siempre debemos buscar al menos tres confirmaciones sobre una misma situación, para llegarse a la verdad de algo. Así, evitamos perjudicarnos y perjudicar a otros.
MEMORIA de los SUEÑOS
Muchos hermanos, además de no saber interpretar sus sueños, muchas veces, ni siquiera recuerdan lo que soñaron o vivieron en el astral y esto es un gran problema para nuestro despertar.
Traer los recuerdos de los sueños, experiencias y desdoblamientos, es imprescindible para que podamos estudiar e investigar los arquetipos, los mensajes que recibimos en los mundos internos directamente de nuestro Ser.
La falta de memoria de los acontecimientos vividos en el astral, pueden ocurrir por varios motivos, incluso por nuestra degeneración sexual, pero, de cualquier manera esto se debe a un fallo de conexión entre los archivos centrales del cerebro y principalmente por el subconsciente, localizado en el cerebelo.
Sigue abajo las “7” técnicas entregues por los maestros para avivar este recuerdo, la cual podemos usar una o varias combinadas a la vez:
1- Cuando nos acostamos por la noche debemos pedir al Padre que ordene que la “Doncella de los recuerdos” trabaje. Ella es un elemental interno del cuerpo vital, una parte de nuestro Ser y muchas veces es perezosa y temosa.
2- En nuestra oración nocturna podemos pedir al dios “Morfeo” que nos proteja durante el sueño de los ataques del ego de la brujería, que puede confundir nuestra recordación. Enseguida pronunciamos el mantra “MmMmMm...”.
3- Tenemos que crear una disciplina de “no movernos” al despertar del sueño. El único que podemos hacer es abrir los ojos, además de no confundir la disciplina, impide que durmamos nuevamente.
4- Debemos mantener un cuaderno próximo a la cama, para “anotar las experiencias” más relevantes. Durante la noche o por la mañana así que levantamos. Eso creará un hábito de ayuda para memoria.
5- Si al despertar de mañana o en la madrugada, no nos acordemos de nada, partimos del primer pensamiento que surgió al despertar. Este pensamiento está relacionado con el último sueño. Entonces hacemos la “retrospección” a partir de este punto.
6- Tenemos en el caso también un mantra específico que hace vibrar los átomos de la memoria y avivar la recordación: “RAOM-GAOM”: RRRAAAOOOMMM GAAAOOOMMM. Sin movernos en la cama, haremos mentalmente por un tiempo este mantra y aguardamos en silencio otro tiempo hasta que los recuerdos comiencen.
7- El último paso es físico y consiste en una fórmula para cargar nuestro cerebro con átomos de memoria perdidos en nuestras caídas sexuales:
- 100 ml de agua tibia
- 1 limón exprimido
- 1 cucharadita de miel
- 1 cucharadita de harina de almendras
- Tomar en ayuno. Todas las mañanas.
Paz Inverencial!
*Colaboración/sugerencias: hermanos gnósticos del S.O.S.